El tratamiento contra la leishmaniosis, estancado desde hace 60 años

2022-08-08 06:40:09 By : Ms. Jannicy Pu

El tratamiento contra la leishmaniosis, una enfermedad que ataca progresivamente distintos órganos del organismo, especialmente de los animales, lleva estancado desde hace 60 años y ya alcanza a seis de cada diez perros en España, de los que un 15% presenta graves síntomas, como infecciones cutáneas.

La leishmaniosis comprende varios trastornos provocados por la Leishmania, un parásito que se transmite a través de una especie de mosquito llamado flebótomo, presente en distintas regiones del mundo pero que infecta sobre todo en los países del Mediterráneo.

Esta enfermedad ataca tanto a personas, como a perros, gatos y otras especies de animales, pero en el caso de los perros la infección es mucho más frecuente y provoca unas reacciones distintas en cada animal, por lo que es difícil determinar en qué casos se presentará un cuadro grave y en cuáles no.

Este miércoles se celebra el Día Mundial de la Leishmaniosis, y, para avanzar en su investigación, un equipo de científicos de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) han elaborado un método para secuenciar todo el genoma de la Leishmania, determinar su resistencia tiene a los fármacos y si existen subpoblaciones de la enfermedad en Europa.

"El tratamiento contra la leishmaniosis no elimina del todo la enfermedad, y no seguir investigando implica el riesgo de que el parásito desarrolle resistencias a la medicación", ha explicado a Efe uno de los impulsores del proyecto, el doctor en Medicina Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) Xavier Roura.

"Existen factores de los perros y de los parásitos que determinan la gravedad de la enfermedad, aunque también hemos descubierto que la raza del perro es importante a la hora de saber si tiene más o menos probabilidades de contraer leishmaniosis", ha asegurado Roura.

En este sentido, el bóxer, el rottweiler o el pastor alemán son algunas de las razas más propensas a ser infectadas por la Leishmania, mientras que el podenco ibicenco es una de las más resistentes al parásito.

El experto en Medicina Veterinaria ha recordado que muchos perros que contraen la enfermedad nunca llegan a desarrollar signos clínicos, pero que otros experimentan una infección progresiva que va deteriorando diferentes órganos.

En estos casos, el parásito ataca primero al sistema linfático -encargado de dirigir la respuesta inmunitaria-, luego se extiende hacia la piel, causando numerosas heridas cutáneas, y finalmente llega a órganos internos como el hígado o los riñones, que pueden provocar la muerte del animal.

Este es precisamente uno de los puntos clave de la investigación: descubrir por qué algunos animales desarrollan cuadros graves y otros llegan a controlar la enfermedad sin síntomas, aunque los científicos también se plantean si existen diferencias en el genoma de la Leishmania que provocan distintas reacciones en los animales afectados.

"El tratamiento para la leishmaniosis se mantiene vigente desde hace aproximadamente 60 años, y los resultados alivian relativamente el estado de salud del animal, porque después del tratamiento mejoran clínicamente pero siguen infectados", ha aseverado Roura.

Ante esta situación, y mientras la investigación para combatir la leishmaniosis sigue estancada, los científicos de la UAB consideran "fundamental" la prevención de la enfermedad para evitar que los perros se infecten.

Por ello, los investigadores colaboran con distintas marcas de alimentación canina para que la prevención y la información sobre la leishmaniosis llegue directamente al público interesado. Entre la decena de miembros implicados en la iniciativa se encuentran expertos en distintas áreas de la biología y de la medicina veterinaria, entre ellos veterinarios clínicos, bioinformáticos, bioquímicos y genetistas.

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