Contaminación ambiental de Streptococcus uberis e implicaciones para la salud de la ubre – The Rural Gift

2022-08-13 04:41:53 By : Mr. kesson hu

Esta es una bacteria adaptada al tracto gastrointestinal de las vacas lecheras y que actúa como oportunista en la glándula mamaria, especialmente por la presencia en forma asintomática en diferentes lugares de las vacas o por la capacidad de sobrevivir en el ambiente por largos períodos.Autores: MARCOS VEIGA SANTOS Y GUSTAVO FREUStreptococcus uberis es una de las principales causas de mastitis en muchos países y afecta negativamente la producción de leche y el bienestar de las vacas lecheras.A pesar de los esfuerzos concertados para conocer y comprender este agente, el control se basa actualmente en el tratamiento de las vacas infectadas y la higiene ambiental.estreptococouberis es una bacteria adaptada al tracto gastrointestinal de las vacas lecheras y que actúa como oportunista en la glándula mamaria, especialmente debido a la presencia en forma asintomática en diferentes lugares de las vacas (por ejemplo, piel) o la capacidad de sobrevivir en el medio ambiente durante largos periodos.Considerando que la transmisión es predominantemente ambiental, las infecciones intramamarias causadas por Strep.uberis resultan del contacto de las vacas lecheras con ambientes contaminados.En este escenario, las vacas lecheras pueden propagar el ciclo de infección ya que pueden eliminar Strep.uberis a través de las heces.Estudios previos han demostrado que la prevalencia de Strep.uberis en heces de vaca oscila entre 5 y 23%.Por lo tanto, comprender cómo los cambios en el medio ambiente, el manejo o los factores de la propia vaca aumentan la prevalencia de Strep.uberis en las heces puede ayudar a controlar la contaminación ambiental y el riesgo de infecciones intramamarias.Recientemente, investigadores del Reino Unido llevaron a cabo dos estudios para evaluar la prevalencia de Strep.uberis en heces de vacas lecheras y los factores que pueden afectar el transporte gastrointestinal de este microorganismo.El primer estudio evaluó los patrones de muda en todas las vacas adultas de un rebaño (aproximadamente 216 vacas) durante 9 meses en intervalos de 8 semanas.El estudio 2, por su parte, evaluó los patrones de eliminación en 46 vacas del mismo rebaño, tres veces por semana durante 4 semanas.Para ello, se recolectaron muestras de heces de vacas seleccionadas y se sometieron a detección de Strep.uberis utilizando el método basado en PCR.Durante los estudios, las vacas fueron confinadas en el período invernal (noviembre a marzo) y mantenidas en pastos el resto del año.Los resultados del primer estudio mostraron que la prevalencia general de Strep.uberis en las heces fue del 18 % (195/1080), con una variación del 10,2 % durante la temporada de pastoreo (octubre) al 33,2 % durante la temporada de engorde (febrero).A pesar de esto, las mismas vacas no fueron identificadas como positivas en todos los momentos de evaluación (vacas persistentes).En el segundo estudio, la prevalencia promedio de detección de Strep.uberis fue del 30%, similar a lo descrito para el período de confinamiento en el primer estudio.Estos resultados sugieren que la presencia de Strep.uberis en el medio ambiente se debió a una alta proporción de vacas que excretan el microorganismo en sus heces y no a un bajo número de vacas “super excretadas” en el rebaño.Por lo tanto, estos estudios sugieren que la colonización gastrointestinal por Strep.uberis es temporal y requiere la ingestión continua del microorganismo para repoblar la flora gastrointestinal.La estacionalidad influyó en las tasas de detección de estreptococos.uberis en muestras de heces.Hubo 2,82 veces más posibilidades de detectar el patógeno en los meses de invierno cuando las vacas estaban confinadas en comparación con el período de pastoreo.Además, el aumento estacional en la detección de estreptococos.uberis correspondió al aumento de la incidencia de mastitis clínica durante el período de confinamiento.Los cambios en el manejo (p. ej., diferencias en la dieta), el comportamiento y el entorno de las vacas pueden afectar la transmisión fecal-oral de Strep.súperEs importante señalar que, mientras pastan, las vacas no defecan en áreas restringidas, pero cuando están confinadas, hay una gran acumulación en áreas pequeñas.Esta característica puede resultar en concentraciones más altas de estreptococos.uberis en ambientes confinados y, en consecuencia, aumentan el riesgo de transmisión fecal-oral y contaminación de la glándula mamaria por Strep.súperLa dieta de las vacas varió entre estaciones, con la inclusión de pastos en el verano.Este factor externo influyó en la presencia y detección de Strep.uberis en las heces, como la capacidad de Strep.uberis utilizando diferentes carbohidratos como fuente de energía puede favorecer la supervivencia y proliferación de este patógeno en determinados ambientes.Además, los cambios en la dieta pueden alterar la consistencia de las heces y provocar un efecto de dilución que reduce las posibilidades de detección del patógeno.El número de lactancias, la puntuación de la condición corporal (BCS) y el alojamiento también afectaron la detección de Strep.uberis en muestras de heces.Hubo un aumento en las posibilidades de detectar Strep.uberis en vacas con ECC ≥ 3,5 frente a < 3,5.Además, las posibilidades de detectar Strep.uberis fueron mayores en vacas primíparas en comparación con vacas multíparas, aunque sin una explicación clara de las razones de esta diferencia.En términos generales, las vacas mantenidas en cama sin paja tenían 1,77 veces más probabilidades de detectar Strep.uberis en muestras de heces que las alojadas en yacija con paja, lo que afecta las características de la yacija (p. ej., humedad, pH, temperatura).En conclusión, el estudio señala que las condiciones ambientales, el tipo de cama y la limpieza general de las instalaciones modifican la carga de estreptococo.uberis en el medio ambiente.Por lo tanto, los rebaños con problemas de mastitis causados ​​por Strep.uberis tienen el desafío constante de reducir la contaminación ambiental de este agente y, de esta manera, reducir el riesgo de transmisión fecal-oral y nuevos casos de mastitis.Referencias con el autor, vía: gisele@assiscomunicacoes.com.brBiogénesis Bagó exporta vacunas contra la fiebre aftosa a Indonesia con el objetivo de frenar el brote que afecta al paísUsar casi el 100% del ganado revela otro lado sostenible de la ganaderíaEndometritis en bovinos: causas, diagnóstico y tratamientoSu dirección de correo electrónico no será publicada.Los campos obligatorios están marcados con *Por favor ingrese la respuesta en dígitos: uno + 13 =Notificarme de nuevos comentarios por correo electrónico.Notificarme de nuevas publicaciones por correo electrónico.La industria empacadora de carne utiliza estiércol e incluso contenido digestivo, pero aún hay margen de mejora.La producción de carne va mucho más allá de la carne misma.Subproductos como vísceras no comestibles, sangre, tendones, orejas, entre otras partes del animal que alguna vez fueron descartadas, hoy sirven como insumos para varios segmentos de la industria, agregan valor al producto, representan ingresos extras en la producción y hacen que el actividad más sostenible.El asunto fue debatido durante la segunda edición de Accorte, uno de los mayores encuentros ganaderos de Mato Grosso, realizado en el Cenarium Rural, en Cuiabá (MT), por la Asociación de Criadores de Mato Grosso (Acrimat).Sérgio Pflanzer, médico veterinario, maestro y doctor en Tecnología de Alimentos: “Prácticamente todas las partes del buey son aprovechadas por la industria, nada se desperdicia” – Foto: Archivo personalEn la conferencia “Ni el grito se pierde del buey.¿Adónde van los coproductos?”, el médico veterinario, Máster y Doctor en Tecnología de Alimentos, Sérgio Pflanzer, destaca que la necesidad de aprovechar todas las partes del buey es algo común en la historia, sin embargo, con los años la industria se ha expandido la gama de coproductos elaborados a partir de restos de ganado sacrificado.“En cualquier tipo de producción industrial de alimentos, es necesario optimizar su uso de la mejor manera posible, y así agregar valor”, enfatiza.En Brasil, el uso del ganado sobrante varía según el tamaño de la industria.Según Pflanzer, algunas grandes empresas utilizan cerca del 100% de los animales, desde el estiércol y los contenidos digestivos utilizados para producir compost, fertilizantes y biometano, hasta tendones, cuero, despojos, vísceras y huesos.“Nada o casi nada se desperdicia, en muchos casos el aprovechamiento es prácticamente total”, destaca.Otros mataderos más pequeños no eliminan las canales sobrantes con la misma eficiencia.Según Sérgio Pflanzer, muchas veces, en estos casos, los mataderos son clandestinos y no pueden encauzar esos materiales y disponerlos de manera inapropiada.“En los mataderos supervisados ​​es posible vender todos los productos de la canal”, comenta.El mercado de Pet food absorbe la mayor parte de los subproductos, especialmente vísceras de bajo valor añadido, cuernos y pezuñas que se utilizan en la producción de harinas utilizadas en la fabricación de pet food y otros productos del segmento pet.Las industrias farmacéutica y cosmética utilizan vísceras, sangre, tendones, orejas, entre otras partes del animal como insumos para su producción.Según Pflanzer, es necesario estar al tanto de las oportunidades que existen en relación a los coproductos que se pueden comercializar, además de la carne.“Algunas glándulas de animales son utilizadas por la industria farmacéutica para producir hormonas que se utilizan en la medicina humana”, menciona.El cuero y los contenidos digestivos son los principales coproductos por volumen.Los huesos y la grasa se utilizan en la producción de piensos, glicerina y jabón.Sin embargo, según Pflanzer, la producción de biodiesel ha comenzado recientemente a utilizar una parte considerable de estos coproductos.“La producción de biodiesel se está haciendo cargo.Se notó que transformar la grasa animal en combustible tiene una agregación”, enfatiza.Según Pflanzer, es difícil vincular el uso de coproductos con el productor, esto siempre depende de la industria.“El productor no cobra directamente por ellos, cobra por partes, por el peso y cotización del valor de la canal”, menciona.Aunque el productor no se beneficia directamente de la venta de coproductos, Pflanzer enfatiza que la colaboración es importante para el uso óptimo de los subproductos.Con respecto al cuero, Pfzanzer destaca la necesidad de que los productores eviten el branding y el exceso de parásitos para que el producto no pierda valor.“Nada impide que en el futuro haya alguna negociación para que el matadero pueda pasárselo al productor que preserva la calidad del cuero”, prevé.Como en otras actividades productivas, en la ganadería, la sustentabilidad no se trata sólo del medio ambiente.La tarea no es sencilla, al fin y al cabo es necesario desarrollar la actividad de forma realmente sostenible, asociada a aspectos tecnológicos, de crecimiento económico y con un mínimo impacto ambiental y social.“A veces lo que no es sostenible desde el punto de vista ambiental es sostenible desde el punto de vista social y económico o viceversa”, señala Pflanzer.Según él, la producción de carne bovina está cuestionada en relación a la sustentabilidad, especialmente la ambiental, principalmente por el sistema de producción extensivo que utiliza grandes extensiones de tierra, lo que, según él, termina perjudicando la imagen de la ganadería, que es vista por algunos personas como perjudiciales para el medio ambiente.“En la mayoría de estas áreas no es posible producir ningún otro tipo de alimento.Además, actualmente tenemos una reducción y rescate de áreas de pastos, y eso está haciendo que la ganadería sea cada vez más sustentable”, dice.Foto: Kelem Silene Guimarães/EmbrapaOtro tema atribuido en ocasiones a la producción ganadera es la emisión de metano, sin embargo, según Pflanzer, hay estudios científicos que indican que esa no es la principal causa del efecto invernadero.“Hay estudios que señalan que el calentamiento climático no es causado por el metano animal sino por los combustibles fósiles”, informa.Exportaciones y mercado internoSegún datos de Comex Stat, en 2021 se exportaron 1.560.220 toneladas de carne, lo que generó ingresos por US$ 7.966,480 millones para el país.Los principales compradores de carne vacuna brasileña son Estados Unidos, China y Egipto.Las exportaciones de carne ocupan el 6º lugar en el ranking de los principales productos exportados, lo que convierte a Brasil en el mayor exportador de carne vacuna del mundo, a pesar de que el trozo enviado a otros países representa poco más del 25% de la producción brasileña.“El resto de la carne que se produce en Brasil se queda en el país, algo que es muy importante en términos de oferta”, destaca Pflanzer.La disminución del poder adquisitivo de los brasileños en los últimos años, combinada con el aumento del precio de la carne vacuna, dificulta cada vez más el consumo de proteínas para gran parte de la población.“La carne en Brasil siempre ha sido barata en comparación con el mercado internacional, lo que está pasando ahora es que está igualando el precio practicado en el mercado internacional”, dice.El desempeño de la actividad también se refleja en la generación de divisas para el país y en oportunidades para miles de personas en todo Brasil que, directa o indirectamente, dependen de la ganadería para mantenerse.Según Pflanzer, la ganadería brasileña genera empleo y renta para personas y empresas del segmento.“Creo que todavía tenemos que mejorar, pero la ganadería brasileña es sostenible en algunos aspectos”, dice.Según él, hay mucha desinformación sobre la sustentabilidad en la producción de proteína animal y sobre la importancia nutricional de la carne, especialmente de res.Según el veterinario, la carne era considerada un villano por las grasas saturadas, pero esto poco a poco se ha ido desmitificando.“Creo que pronto llegaremos a un momento de equiparación de la información y la carne volverá a ser vista como algo esencial para la vida humana”, agrega.Pone como ejemplo el huevo y la grasa de cerdo, que antes se decía que eran malos, “hoy los médicos los recomiendan para reemplazar el aceite de soya”, ejemplifica.Para Pflanzer, la sostenibilidad total de la ganadería brasileña es algo alcanzable y el sector está en el camino correcto para estar en perfecta armonía con el medio ambiente.“Nuestro rol como formador dentro de la universidad es precisamente explicar, con base científica, por qué es importante la producción de carne, ya sea por razones nutricionales, económicas, sociales o ambientales”, dice.Para estar al día y al tanto de todo lo que sucede en el sector ganadero, commodities y maquinaria agrícola, acceda a la edición digital gratuita de Bovinos, Granos y Máquinas.Inflamación uterina que puede manifestarse de forma aguda o crónica, ocasionando diversas pérdidas en hatos bovinos.Conozca detalles sobre factores predisponentes, formas de diagnóstico y tratamiento.Las enfermedades que afectan el sistema reproductivo del ganado lechero suelen ser responsables de grandes pérdidas económicas.Factores como la caída en la producción de leche y las tasas de preñez, un aumento considerable en los intervalos entre partos y la eliminación de animales representan algunos impactos negativos en la actividad.Desde esta perspectiva, una de las enfermedades más prevalentes en el rebaño, que afecta del 10 al 20% de los animales, es la endometritis.La endometritis aguda, también llamada metritis, consiste en una inflamación de curso agudo, que compromete toda la pared del útero, afectando principalmente al endometrio.Su aparición es muy frecuente en la primera semana posparto y suele asociarse a distocia, retención de placenta y aborto espontáneo.Los principales signos clínicos son característicos de inflamación, además de secreción uterina fétida de color marrón rojizo y fiebre (>39,5°C).Los casos más severos pueden causar una caída en la producción de leche, inapetencia, deshidratación y toxemia.La endometritis crónica, por otro lado, es una consecuencia de la endometritis aguda y aparece de forma silenciosa, lo que requiere una atención aún mayor.Los signos clínicos a menudo ocurren después de la regresión uterina, un mes después del parto, siendo los más comunes: presencia de mucosidad turbia, bastante diferente de la mucosidad clara característica del estro y la repetición del estro subsiguiente.Algunos factores predisponentes pueden estar asociados con la endometritis crónica, como problemas con el parto, como retención de placenta, distocia, muerte fetal, angulación vulvar inadecuada y primiparidad.Después del parto se produce la contaminación uterina por bacterias ambientales, lo que favorece la aparición de endometritis aguda.Habitualmente esta contaminación se elimina en el proceso de involución uterina, pero pueden ocurrir fallas en este proceso de eliminación, lo que provoca que esta infección persista durante semanas o meses, lo que caracteriza a la endometritis crónica.Las principales fallas reproductivas relacionadas con la endometritis crónica son: repetición del celo, disminución de la tasa de preñez del rebaño, aumento del intervalo entre partos y eliminación prematura de hembras.¿Cómo se diagnostica la endometritis crónica?El diagnóstico se puede hacer a través del examen vaginal, que debe enfocarse en detectar secreción purulenta o mucopurulenta anormal de la vagina y el cuello uterino.Entre los principales métodos podemos mencionar el método de referencia (vaginoscopia, usando el espéculo vaginal) o la recolección y análisis de moco usando un dispositivo llamado Metricheck, una sonda de acero inoxidable con una copa de goma hemisférica en el extremo.El puntaje utilizado para la evaluación a través de este dispositivo consiste en: grado 0 (mucosidad clara o translúcida, característica del celo);grado 1 (moco que contiene escamas blanquecinas);grado 2 (exudado que contiene menos del 50% de material mucopurulento) y grado 3 (exudado que contiene 50% o más de material purulento).Otra posibilidad es el uso de la ecografía, con el fin de comprobar la presencia de contenido en la luz uterina.Es importante mencionar que a mayor cantidad de moco presente, mayor grado de contaminación bacteriana.Algunos análisis de laboratorio se pueden realizar recolectando contenido uterino o mediante biopsias endometriales, especialmente en momentos en que la evaluación clínica no es suficiente para detectar cambios.Como la endometritis aguda es una enfermedad de características sistémicas (fiebre, dolor, inapetencia) el tratamiento recomendado consiste en la aplicación de fármacos para combatir la infección y controlar las molestias del animal, incluyendo antimicrobianos en asociación con antiinflamatorios no esteroideos con acción analgésica y antipirético.También se recomienda la fluidoterapia de apoyo.El tratamiento de la endometritis crónica tiene como objetivo reducir la carga bacteriana, aumentar las defensas uterinas y los mecanismos de reparación, con el fin de controlar los cambios inflamatorios que perjudican la fertilidad.En definitiva, el protocolo consiste en la eliminación del contenido purulento, mediante legrado químico, administración de antimicrobianos e inducción del celo.La irrigación del útero es muy baja en esta etapa, por lo que no está indicado el tratamiento sistémico, sino el local.La literatura menciona a la oxitetraciclina como el antimicrobiano de elección para uso intrauterino en casos de endometritis crónica.Tiene una excelente eficacia contra los microorganismos patógenos de este tipo de endometritis y, al ser poco absorbido en el torrente sanguíneo, su acción limitada a la luz uterina se potencia y prolonga.Por lo tanto, la droga promueve la eliminación del endometrio contaminado.Las referencias en este texto pueden solicitarse al autor.Contacto: juliana.melo@jasaudeanimal.com.br.Para estar al día y al tanto de todo lo que sucede en el sector ganadero, commodities y maquinaria agrícola, acceda a la edición digital gratuita de Bovinos, Granos y Máquinas.Cuando se cuida el hígado, los animales tienden a responder con retroalimentación positiva en la producción de leche, en el desempeño productivo y reproductivo, mejora en el sistema inmunológico y, en consecuencia, en una disminución de los índices de CCS del rebaño.El hígado es un órgano muy importante en el organismo animal, responsable de varias funciones esenciales, como el metabolismo de las moléculas de glucosa, lípidos, proteínas, cetogénesis (producción de cuerpos cetónicos por el hígado), además de ser responsable de la producción de bilis, un emulsionante importante para la digestión de las grasas.Se encuentra en el centro del cuerpo, donde recibe y pasa los nutrientes por todo el cuerpo, es un órgano conector entre el sistema digestivo y la sangre.En esta sencilla introducción al hígado, ya es posible entender lo importante que es en todos los procesos.Los productos de la digestión pasan al hígado y se distribuyen.Un ejemplo es la glucosa, que se almacena en el hígado en forma de glucógeno y se libera de acuerdo con la necesidad de energía del cuerpo.Una de las funciones también importantes del hígado es el metabolismo intermediario, que es responsable de recibir y dirigir las grasas según las necesidades del cuerpo.Los lípidos que llegan al hígado pueden seguir unas rutas, metabolizarse, oxidarse, distribuirse y almacenarse.En las vacas en transición, el hígado se vuelve aún más importante, ya que necesitan mucha energía en este momento.Cabe recordar que en el ciclo de producción, cuando está en los últimos 21 días de gestación, ya no tiene la capacidad fisiológica para consumir el mismo volumen de materia seca (MS) que consumía anteriormente, y los requerimientos nutricionales aumentan mucho.Es en esta fase que se produce el crecimiento fetal final, y en la que la vaca necesita más energía para el parto, para el calostro y para el inicio de la lactancia, siendo la glándula mamaria la encargada de recibir gran cantidad de nutrientes, acelerando los procesos metabólicos de el animal hígado.Uno de los problemas que se pueden encontrar por la alta demanda de nutrientes es la esteatosis hepática (grasa del hígado), uno de los cambios más frecuentes en las vacas lecheras que tienen un rendimiento acelerado, que también es característico en los animales en el período posparto.Al inicio de la lactación se produce la lipólisis de los lípidos, proporcionando a la vaca un aporte energético adecuado para el parto.Cuando la lipólisis es intensa y prolongada, la vaca puede presentar enfermedades metabólicas muy comunes como, por ejemplo, la cetosis, que se produce por un aumento de los ácidos grasos no esterificados, que pueden oxidarse a cuerpos cetónicos, dióxido de carbono o esterificarse a triacilgliceroles. .En el caso de la cetosis, es cuando se produce la oxidación incompleta de los NEFA y el hígado graso proviene de la esterificación excesiva de los triglicéridos.Para el buen funcionamiento del hígado existe una molécula llamada fosfatidilcolina, un fosfolípido predominante (>50%) en la mayoría de las membranas de los mamíferos que se encarga de proteger y recuperar las células hepáticas.Entre sus muchas funciones, el transporte de grasa de una célula a otra es la principal.Esta molécula se encarga de reducir la entrada de grasa al hígado y actúa en el transporte de lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL) desde el hígado.La fosfatidilcolina es una molécula que puede ser suministrada exógenamente en la dieta de vacas en transición y lactantes.La falta de fosfatidilcolina en la dieta puede provocar una infiltración grasa del hígado.La presencia de esta molécula aumenta la utilización y transporte de ácidos grasos y colesterol, también es importante en el proceso de secreción de VLDL por parte del hígado.Otra función esencial es la de auxiliar en la absorción de grasas por el intestino, ya que se caracteriza por ser una molécula emulsionante por sus extremos (polar y no polar), con esto aumenta la solubilidad de las micelas a nivel intestinal.Cuando cuidamos el hígado de nuestras vacas, ya sea mediante un adecuado manejo de la alimentación en todas las fases de transición y lactancia, o mediante la provisión de aditivos alimentarios que ayuden al hígado en estos procesos, los animales tienden a responder de forma positiva. retroalimentación en la producción de leche, en el desempeño productivo y reproductivo, mejora del sistema inmunológico y, en consecuencia, disminución de los índices de CCS del rebaño.Para estar al día y al tanto de todo lo que sucede en el sector ganadero, commodities y maquinaria agrícola, acceda a la edición digital gratuita de Bovinos, Granos y Máquinas.Suscríbete a nuestra newsletter y recibe las principales novedades en tu email.Teléfono (45) 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