Confinamiento estratégico en la crianza – El Regalo Rural

2022-08-13 04:41:03 By : Mr. Wimin H

La opción de qué tipo de confinamiento elegir dependerá de los objetivos y condiciones del dosel forrajero del productor.Josilaine Lima, zootecnista, PhD en Ciencia Animal y consultora técnica de PremixLa ganadería brasileña viene pasando por un conjunto de transformaciones que implican la adopción de tecnologías y la intensificación del sistema de producción.En cuanto a la ganadería de ciclo corto, se ha vuelto imprescindible acortar la fase de recría, que sigue siendo uno de los mayores cuellos de botella del ciclo productivo (Resende y Siqueira, 2011).Considerando que en esta etapa los animales aún están en crecimiento, la adopción de tecnologías permite una ganancia más eficiente, ya que los animales tienen menores requerimientos de mantenimiento y mayor deposición muscular (Valadares Filho et al., 2016).En los sistemas de producción de pastos, se sabe que los requerimientos de los animales no siempre se cumplen debido a las fluctuaciones estacionales en la cantidad y calidad del forraje (Detmann et al., 2014).En general, los períodos más críticos en la producción de ganado en pastoreo son la sequía, cuando hay una restricción cuantitativa y cualitativa de la masa forrajera disponible para el animal, y la transición seca-agua, período en el que hay un cambio en la composición estructural y química del forraje, con la aparición de rebrotes debido a las primeras lluvias (Fernandes et al., 2016).Este período de transición es un período muy crítico tanto para la planta como para el animal.En cuanto a la planta, el consumo de los primeros brotes por parte de los animales puede comprometer el rendimiento del forraje, propiciando la aparición de malas hierbas e iniciando un proceso de degradación (Nascimento, 2021).Por otro lado, cuando nos fijamos en el animal, es importante destacar que las hojas jóvenes de rebrote tienen altos niveles de nitrógeno soluble;por lo tanto, puede haber una incidencia de diarrea en los animales de pastoreo durante este período (Paulino et al., 2002).Así, surgió una estrategia para sacar al animal del pasto en este período crítico y brindarle un descanso al forraje hasta su completo restablecimiento.Esta técnica se denomina encierro estratégico de terneros, aunque también se puede realizar con otras categorías dentro de la explotación;en el campo ha sido más conocido como “secuestro”.La técnica se puede utilizar de dos maneras diferentes:1) Confinamiento de crianza – donde los animales son confinados durante todo el período seco y permanecen hasta el inicio de la estación lluviosa, luego que se restablecen los forrajes.Aquí, el período de encierro es un poco más largo, de 150 a 180 días, luego de lo cual los animales regresan al pasto.2) Confinamiento de transición de agua seca: en este sistema, los animales están confinados por un período de tiempo más corto, de 60 a 90 días, que comprende solo la transición de agua seca, sirviendo como ayuda en el manejo de pastos;después de que se restablecen los forrajes, los animales regresan a los pastos (Nascimento, 2021).La opción de qué modalidad de confinamiento elegir dependerá de los objetivos y condiciones del dosel forrajero del productor.En resumen, la técnica de confinamiento de los animales en este periodo pretende permitir un descanso del forraje en los periodos más críticos y al mismo tiempo proporcionar al animal un crecimiento continuo.En cuanto a la alimentación de estos animales, es importante destacar que, aunque el nombre de la técnica es encierro, esta estrategia de alimentación no pretende engordar ni depositar grasa en los animales.Y precisamente porque vuelve a los pastos después de un período de confinamiento, la nutrición del animal durante el confinamiento es fundamental para no comprometer su desarrollo en la siguiente fase.De esta forma, es importante adoptar un plan nutricional creciente en todas las etapas de la vida del animal, con el objetivo de intensificar los índices de ganancia y garantizar su mejor desarrollo (Moretti, 2015).Con ello, la dieta de confinamiento estratégico es más voluminosa, simulando una pastura de calidad.En este caso se trabaja con una fuente de forraje de calidad (ensilaje de maíz, sorgo, pasto), aportando alrededor del 1,8% al 2,0% del peso corporal del animal, complementado con un suplemento proteico energético para corregir los niveles energéticos y proteicos, con consumos que oscilan del 0,3% al 0,5% del peso corporal (Nascimento, 2021).Respecto a la alimentación, no es necesario adaptarse a los animales, ya que la dieta es bastante voluminosa, sin embargo, los animales pueden tardar unos días en adaptarse al nuevo sistema de confinamiento.En cuanto a la ganancia de peso del animal en este período, es necesario mantener el nivel de ganancia.Por tanto, el aporte energético de esta dieta debe ser similar al que tendrá el animal cuando vuelva a pastar.En general, se recomienda que la ganancia de peso por animal/día no supere los 600-700 gramos.Y al final del confinamiento y el animal vuelve a la dehesa, es importante asegurar un buen nivel de suplementación para que las ganancias durante el confinamiento no se consuman en la fase posterior.En cuanto a la estructura para el confinamiento de los animales, puede ser desde un confinamiento convencional, en boxes, o en zona de ocio/patio de comidas, siempre que se disponga de bebedero y bebederos, dando la opción de encerrar a los animales y transformarlo. en un encierro.Sin embargo, es necesario resaltar un posible problema de resocialización de los animales cuando regresan al pasto después de un período de confinamiento.Para minimizar este problema, una posibilidad es confinar estratégicamente la propia pradera, proporcionando suplemento forrajero (ensilaje de maíz o sorgo) y suplementación proteico-energética para cubrir los requerimientos nutricionales del animal, aumentando la carga animal de la pradera y produciendo hasta 30@/ha. /año.Esta técnica ha sido estudiada y propuesta por Premix y se conoce como protocolo R30.Planteados estos puntos, se expone aquí que la técnica de confinar a los animales de manera estratégica durante el período seco beneficia al mismo tiempo al animal y al forraje.Es una técnica sencilla, pero requiere mucha planificación en la producción de un forraje de calidad y en el plan nutricional del animal durante el encierro y la fase siguiente, cuando vuelve al sistema de pastoreo.Biogénesis Bagó exporta vacunas contra la fiebre aftosa a Indonesia con el objetivo de frenar el brote que afecta al paísUsar casi el 100% del ganado revela otro lado sostenible de la ganaderíaEndometritis en bovinos: causas, diagnóstico y tratamientoSu dirección de correo electrónico no será publicada.Los campos obligatorios están marcados con *Por favor ingrese la respuesta en dígitos: tres × cinco =Notificarme de nuevos comentarios por correo electrónico.Notificarme de nuevas publicaciones por correo electrónico.La industria empacadora de carne utiliza estiércol e incluso contenido digestivo, pero aún hay margen de mejora.La producción de carne va mucho más allá de la carne misma.Subproductos como vísceras no comestibles, sangre, tendones, orejas, entre otras partes del animal que alguna vez fueron descartadas, hoy sirven como insumos para varios segmentos de la industria, agregan valor al producto, representan ingresos extras en la producción y hacen que el actividad más sostenible.El asunto fue debatido durante la segunda edición de Accorte, uno de los mayores encuentros ganaderos de Mato Grosso, realizado en el Cenarium Rural, en Cuiabá (MT), por la Asociación de Criadores de Mato Grosso (Acrimat).Sérgio Pflanzer, médico veterinario, maestro y doctor en Tecnología de Alimentos: “Prácticamente todas las partes del buey son aprovechadas por la industria, nada se desperdicia” – Foto: Archivo personalEn la conferencia “Ni el grito se pierde del buey.¿Adónde van los coproductos?”, el médico veterinario, Máster y Doctor en Tecnología de Alimentos, Sérgio Pflanzer, destaca que la necesidad de aprovechar todas las partes del buey es algo común en la historia, sin embargo, con los años la industria se ha expandido la gama de coproductos elaborados a partir de restos de ganado sacrificado.“En cualquier tipo de producción industrial de alimentos, es necesario optimizar su uso de la mejor manera posible, y así agregar valor”, enfatiza.En Brasil, el uso del ganado sobrante varía según el tamaño de la industria.Según Pflanzer, algunas grandes empresas utilizan cerca del 100% de los animales, desde el estiércol y los contenidos digestivos utilizados para producir compost, fertilizantes y biometano, hasta tendones, cuero, despojos, vísceras y huesos.“Nada o casi nada se desperdicia, en muchos casos el aprovechamiento es prácticamente total”, destaca.Otros mataderos más pequeños no eliminan las canales sobrantes con la misma eficiencia.Según Sérgio Pflanzer, muchas veces, en estos casos, los mataderos son clandestinos y no pueden encauzar esos materiales y disponerlos de manera inapropiada.“En los mataderos supervisados ​​es posible vender todos los productos de la canal”, comenta.El mercado de Pet food absorbe la mayor parte de los subproductos, especialmente vísceras de bajo valor añadido, cuernos y pezuñas que se utilizan en la producción de harinas utilizadas en la fabricación de pet food y otros productos del segmento pet.Las industrias farmacéutica y cosmética utilizan vísceras, sangre, tendones, orejas, entre otras partes del animal como insumos para su producción.Según Pflanzer, es necesario estar al tanto de las oportunidades que existen en relación a los coproductos que se pueden comercializar, además de la carne.“Algunas glándulas de animales son utilizadas por la industria farmacéutica para producir hormonas que se utilizan en la medicina humana”, menciona.El cuero y los contenidos digestivos son los principales coproductos por volumen.Los huesos y la grasa se utilizan en la producción de piensos, glicerina y jabón.Sin embargo, según Pflanzer, la producción de biodiesel ha comenzado recientemente a utilizar una parte considerable de estos coproductos.“La producción de biodiesel se está haciendo cargo.Se notó que transformar la grasa animal en combustible tiene una agregación”, enfatiza.Según Pflanzer, es difícil vincular el uso de coproductos con el productor, esto siempre depende de la industria.“El productor no cobra directamente por ellos, cobra por partes, por el peso y cotización del valor de la canal”, menciona.Aunque el productor no se beneficia directamente de la venta de coproductos, Pflanzer enfatiza que la colaboración es importante para el uso óptimo de los subproductos.Con respecto al cuero, Pfzanzer destaca la necesidad de que los productores eviten el branding y el exceso de parásitos para que el producto no pierda valor.“Nada impide que en el futuro haya alguna negociación para que el matadero pueda pasárselo al productor que preserva la calidad del cuero”, prevé.Como en otras actividades productivas, en la ganadería, la sustentabilidad no se trata sólo del medio ambiente.La tarea no es sencilla, al fin y al cabo es necesario desarrollar la actividad de forma realmente sostenible, asociada a aspectos tecnológicos, de crecimiento económico y con un mínimo impacto ambiental y social.“A veces lo que no es sostenible desde el punto de vista ambiental es sostenible desde el punto de vista social y económico o viceversa”, señala Pflanzer.Según él, la producción de carne bovina está cuestionada en relación a la sustentabilidad, especialmente la ambiental, principalmente por el sistema de producción extensivo que utiliza grandes extensiones de tierra, lo que, según él, termina perjudicando la imagen de la ganadería, que es vista por algunos personas como perjudiciales para el medio ambiente.“En la mayoría de estas áreas no es posible producir ningún otro tipo de alimento.Además, actualmente tenemos una reducción y rescate de áreas de pastos, y eso está haciendo que la ganadería sea cada vez más sustentable”, dice.Foto: Kelem Silene Guimarães/EmbrapaOtro tema atribuido en ocasiones a la producción ganadera es la emisión de metano, sin embargo, según Pflanzer, hay estudios científicos que indican que esa no es la principal causa del efecto invernadero.“Hay estudios que señalan que el calentamiento climático no es causado por el metano animal sino por los combustibles fósiles”, informa.Exportaciones y mercado internoSegún datos de Comex Stat, en 2021 se exportaron 1.560.220 toneladas de carne, lo que generó ingresos por US$ 7.966,480 millones para el país.Los principales compradores de carne vacuna brasileña son Estados Unidos, China y Egipto.Las exportaciones de carne ocupan el 6º lugar en el ranking de los principales productos exportados, lo que convierte a Brasil en el mayor exportador de carne vacuna del mundo, a pesar de que el trozo enviado a otros países representa poco más del 25% de la producción brasileña.“El resto de la carne que se produce en Brasil se queda en el país, algo que es muy importante en términos de oferta”, destaca Pflanzer.La disminución del poder adquisitivo de los brasileños en los últimos años, combinada con el aumento del precio de la carne vacuna, dificulta cada vez más el consumo de proteínas para gran parte de la población.“La carne en Brasil siempre ha sido barata en comparación con el mercado internacional, lo que está pasando ahora es que está igualando el precio practicado en el mercado internacional”, dice.El desempeño de la actividad también se refleja en la generación de divisas para el país y en oportunidades para miles de personas en todo Brasil que, directa o indirectamente, dependen de la ganadería para mantenerse.Según Pflanzer, la ganadería brasileña genera empleo y renta para personas y empresas del segmento.“Creo que todavía tenemos que mejorar, pero la ganadería brasileña es sostenible en algunos aspectos”, dice.Según él, hay mucha desinformación sobre la sustentabilidad en la producción de proteína animal y sobre la importancia nutricional de la carne, especialmente de res.Según el veterinario, la carne era considerada un villano por las grasas saturadas, pero esto poco a poco se ha ido desmitificando.“Creo que pronto llegaremos a un momento de equiparación de la información y la carne volverá a ser vista como algo esencial para la vida humana”, agrega.Pone como ejemplo el huevo y la grasa de cerdo, que antes se decía que eran malos, “hoy los médicos los recomiendan para reemplazar el aceite de soya”, ejemplifica.Para Pflanzer, la sostenibilidad total de la ganadería brasileña es algo alcanzable y el sector está en el camino correcto para estar en perfecta armonía con el medio ambiente.“Nuestro rol como formador dentro de la universidad es precisamente explicar, con base científica, por qué es importante la producción de carne, ya sea por razones nutricionales, económicas, sociales o ambientales”, dice.Para estar al día y al tanto de todo lo que sucede en el sector ganadero, commodities y maquinaria agrícola, acceda a la edición digital gratuita de Bovinos, Granos y Máquinas.Inflamación uterina que puede manifestarse de forma aguda o crónica, ocasionando diversas pérdidas en hatos bovinos.Conozca detalles sobre factores predisponentes, formas de diagnóstico y tratamiento.Las enfermedades que afectan el sistema reproductivo del ganado lechero suelen ser responsables de grandes pérdidas económicas.Factores como la caída en la producción de leche y las tasas de preñez, un aumento considerable en los intervalos entre partos y la eliminación de animales representan algunos impactos negativos en la actividad.Desde esta perspectiva, una de las enfermedades más prevalentes en el rebaño, que afecta del 10 al 20% de los animales, es la endometritis.La endometritis aguda, también llamada metritis, consiste en una inflamación de curso agudo, que compromete toda la pared del útero, afectando principalmente al endometrio.Su aparición es muy frecuente en la primera semana posparto y suele asociarse a distocia, retención de placenta y aborto espontáneo.Los principales signos clínicos son característicos de inflamación, además de secreción uterina fétida de color marrón rojizo y fiebre (>39,5°C).Los casos más severos pueden causar una caída en la producción de leche, inapetencia, deshidratación y toxemia.La endometritis crónica, por otro lado, es una consecuencia de la endometritis aguda y aparece de forma silenciosa, lo que requiere una atención aún mayor.Los signos clínicos a menudo ocurren después de la regresión uterina, un mes después del parto, siendo los más comunes: presencia de mucosidad turbia, bastante diferente de la mucosidad clara característica del estro y la repetición del estro subsiguiente.Algunos factores predisponentes pueden estar asociados con la endometritis crónica, como problemas con el parto, como retención de placenta, distocia, muerte fetal, angulación vulvar inadecuada y primiparidad.Después del parto se produce la contaminación uterina por bacterias ambientales, lo que favorece la aparición de endometritis aguda.Habitualmente esta contaminación se elimina en el proceso de involución uterina, pero pueden ocurrir fallas en este proceso de eliminación, lo que provoca que esta infección persista durante semanas o meses, lo que caracteriza a la endometritis crónica.Las principales fallas reproductivas relacionadas con la endometritis crónica son: repetición del celo, disminución de la tasa de preñez del rebaño, aumento del intervalo entre partos y eliminación prematura de hembras.¿Cómo se diagnostica la endometritis crónica?El diagnóstico se puede hacer a través del examen vaginal, que debe enfocarse en detectar secreción purulenta o mucopurulenta anormal de la vagina y el cuello uterino.Entre los principales métodos podemos mencionar el método de referencia (vaginoscopia, usando el espéculo vaginal) o la recolección y análisis de moco usando un dispositivo llamado Metricheck, una sonda de acero inoxidable con una copa de goma hemisférica en el extremo.El puntaje utilizado para la evaluación a través de este dispositivo consiste en: grado 0 (mucosidad clara o translúcida, característica del celo);grado 1 (moco que contiene escamas blanquecinas);grado 2 (exudado que contiene menos del 50% de material mucopurulento) y grado 3 (exudado que contiene 50% o más de material purulento).Otra posibilidad es el uso de la ecografía, con el fin de comprobar la presencia de contenido en la luz uterina.Es importante mencionar que a mayor cantidad de moco presente, mayor grado de contaminación bacteriana.Algunos análisis de laboratorio se pueden realizar recolectando contenido uterino o mediante biopsias endometriales, especialmente en momentos en que la evaluación clínica no es suficiente para detectar cambios.Como la endometritis aguda es una enfermedad de características sistémicas (fiebre, dolor, inapetencia) el tratamiento recomendado consiste en la aplicación de fármacos para combatir la infección y controlar las molestias del animal, incluyendo antimicrobianos en asociación con antiinflamatorios no esteroideos con acción analgésica y antipirético.También se recomienda la fluidoterapia de apoyo.El tratamiento de la endometritis crónica tiene como objetivo reducir la carga bacteriana, aumentar las defensas uterinas y los mecanismos de reparación, con el fin de controlar los cambios inflamatorios que perjudican la fertilidad.En definitiva, el protocolo consiste en la eliminación del contenido purulento, mediante legrado químico, administración de antimicrobianos e inducción del celo.La irrigación del útero es muy baja en esta etapa, por lo que no está indicado el tratamiento sistémico, sino el local.La literatura menciona a la oxitetraciclina como el antimicrobiano de elección para uso intrauterino en casos de endometritis crónica.Tiene una excelente eficacia contra los microorganismos patógenos de este tipo de endometritis y, al ser poco absorbido en el torrente sanguíneo, su acción limitada a la luz uterina se potencia y prolonga.Por lo tanto, la droga promueve la eliminación del endometrio contaminado.Las referencias en este texto pueden solicitarse al autor.Contacto: juliana.melo@jasaudeanimal.com.br.Para estar al día y al tanto de todo lo que sucede en el sector ganadero, commodities y maquinaria agrícola, acceda a la edición digital gratuita de Bovinos, Granos y Máquinas.Cuando se cuida el hígado, los animales tienden a responder con retroalimentación positiva en la producción de leche, en el desempeño productivo y reproductivo, mejora en el sistema inmunológico y, en consecuencia, en una disminución de los índices de CCS del rebaño.El hígado es un órgano muy importante en el organismo animal, responsable de varias funciones esenciales, como el metabolismo de las moléculas de glucosa, lípidos, proteínas, cetogénesis (producción de cuerpos cetónicos por el hígado), además de ser responsable de la producción de bilis, un emulsionante importante para la digestión de las grasas.Se encuentra en el centro del cuerpo, donde recibe y pasa los nutrientes por todo el cuerpo, es un órgano conector entre el sistema digestivo y la sangre.En esta sencilla introducción al hígado, ya es posible entender lo importante que es en todos los procesos.Los productos de la digestión pasan al hígado y se distribuyen.Un ejemplo es la glucosa, que se almacena en el hígado en forma de glucógeno y se libera de acuerdo con la necesidad de energía del cuerpo.Una de las funciones también importantes del hígado es el metabolismo intermediario, que es responsable de recibir y dirigir las grasas según las necesidades del cuerpo.Los lípidos que llegan al hígado pueden seguir unas rutas, metabolizarse, oxidarse, distribuirse y almacenarse.En las vacas en transición, el hígado se vuelve aún más importante, ya que necesitan mucha energía en este momento.Cabe recordar que en el ciclo de producción, cuando está en los últimos 21 días de gestación, ya no tiene la capacidad fisiológica para consumir el mismo volumen de materia seca (MS) que consumía anteriormente, y los requerimientos nutricionales aumentan mucho.Es en esta fase que se produce el crecimiento fetal final, y en la que la vaca necesita más energía para el parto, para el calostro y para el inicio de la lactancia, siendo la glándula mamaria la encargada de recibir gran cantidad de nutrientes, acelerando los procesos metabólicos de el animal hígado.Uno de los problemas que se pueden encontrar por la alta demanda de nutrientes es la esteatosis hepática (grasa del hígado), uno de los cambios más frecuentes en las vacas lecheras que tienen un rendimiento acelerado, que también es característico en los animales en el período posparto.Al inicio de la lactación se produce la lipólisis de los lípidos, proporcionando a la vaca un aporte energético adecuado para el parto.Cuando la lipólisis es intensa y prolongada, la vaca puede presentar enfermedades metabólicas muy comunes como, por ejemplo, la cetosis, que se produce por un aumento de los ácidos grasos no esterificados, que pueden oxidarse a cuerpos cetónicos, dióxido de carbono o esterificarse a triacilgliceroles. .En el caso de la cetosis, es cuando se produce la oxidación incompleta de los NEFA y el hígado graso proviene de la esterificación excesiva de los triglicéridos.Para el buen funcionamiento del hígado existe una molécula llamada fosfatidilcolina, un fosfolípido predominante (>50%) en la mayoría de las membranas de los mamíferos que se encarga de proteger y recuperar las células hepáticas.Entre sus muchas funciones, el transporte de grasa de una célula a otra es la principal.Esta molécula se encarga de reducir la entrada de grasa al hígado y actúa en el transporte de lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL) desde el hígado.La fosfatidilcolina es una molécula que puede ser suministrada exógenamente en la dieta de vacas en transición y lactantes.La falta de fosfatidilcolina en la dieta puede provocar una infiltración grasa del hígado.La presencia de esta molécula aumenta la utilización y transporte de ácidos grasos y colesterol, también es importante en el proceso de secreción de VLDL por parte del hígado.Otra función esencial es la de auxiliar en la absorción de grasas por el intestino, ya que se caracteriza por ser una molécula emulsionante por sus extremos (polar y no polar), con esto aumenta la solubilidad de las micelas a nivel intestinal.Cuando cuidamos el hígado de nuestras vacas, ya sea mediante un adecuado manejo de la alimentación en todas las fases de transición y lactancia, o mediante la provisión de aditivos alimentarios que ayuden al hígado en estos procesos, los animales tienden a responder de forma positiva. retroalimentación en la producción de leche, en el desempeño productivo y reproductivo, mejora del sistema inmunológico y, en consecuencia, disminución de los índices de CCS del rebaño.Para estar al día y al tanto de todo lo que sucede en el sector ganadero, commodities y maquinaria agrícola, acceda a la edición digital gratuita de Bovinos, Granos y Máquinas.Suscríbete a nuestra newsletter y recibe las principales novedades en tu email.Teléfono (45) 3254-1842 |Copyright © 2018 Editora O Presente |Oficial de Datos - DPO: Flavio Ervino Schmidt - flavio@schmidt.adv.br - OAB/PR 27.959