Advierten que un parásito de perros ya es resistente a múltiples fármacos veterinarios

2022-05-28 22:03:04 By : Mr. Allen Young

DOMINGO, 29 de mayo 2022, actualizado a las 0:03

Un nuevo estudio alerta de que los anquilostomas, uno de los parásitos más comunes de los perros, están volviéndose resistentes a múltiples medicamentos

Advierten que un parásito de perros ya es resistente a múltiples fármacos veterinarios

Un nuevo estudio alerta de que los anquilostomas, uno de los parásitos más comunes de los perros, están volviéndose resistentes a múltiples medicamentos

Redacción - 22-09-2021 - 09:53 H - min.

Los anquilostomas son uno de los parásitos más comunes que se encuentran en el mundo de los animales de compañía. Usan sus bocas en forma de gancho para aferrarse a los intestinos de un animal, donde se alimentan con los fluidos de los tejidos y la sangre.

Los animales infectados pueden experimentar una pérdida de peso muy acusada, heces con sangre, anemia y letargo, entre otros problemas. Ahora, según se señala en una nueva investigación de la Universidad de Georgia (UGA), los anquilostomas se han vuelto resistentes a “múltiples fármacos”.

En este momento, los veterinarios dependen de tres tipos de medicamentos para acabar con los anquilostomas, pero los parásitos parecen volverse resistentes a todos ellos. En este sentido, investigadores de la Facultad de Medicina Veterinaria de la UGA han informado por primera vez sobre este hecho que han calificado de “preocupante”, y una nueva investigación, publicada recientemente en el International Journal for Parasitology: Drugs and Drug Resistance, proporciona una visión más profunda de dónde comenzó el problema y cómo de grave se ha vuelto desde entonces.

Para realizar el estudio, los investigadores se centraron en galgos que compiten en carreras y en galgos que en su pasado fueron competidores. Los canódromos son especialmente propicios para la propagación del parásito debido al suelo arenoso de las instalaciones, un caldo de cultivo ideal para anquilostomas. Debido a estas condiciones, todos los perros son desparasitados aproximadamente cada tres o cuatro semanas.

Después de analizar muestras fecales de perreras de adopción de galgos, tres clínicas veterinarias que trabajan con grupos de adopción y una perrera de carreras activa, los investigadores encontraron que los parásitos eran altamente prevalentes en la raza.

Cuatro de cada cinco galgos analizados dieron positivo por anquilostomas. “Y los que dieron negativo probablemente también estén infectados”, asegura Ray Kaplan, autor correspondiente del estudio y ex profesor de parasitología veterinaria en la UGA.

Los investigadores detallan que los anquilostomas a veces pueden “esconderse” en los tejidos, donde no se reproducirán ni arrojarán huevos hasta que la infección empeore y se filtre en los intestinos del perro. Lo más alarmante que vio el equipo de investigación fue que los perros todavía tenían altos niveles de infección por anquilostomas incluso después de que fueron tratados.

El estudio es la primera demostración de resistencia generalizada a múltiples fármacos en un parásito de perro reportado en el mundo.

“En situaciones en las que hay muchos perros infectados con muchos parásitos, como en granjas de cría de perros de carreras y perreras, hay muchas más oportunidades para que los parásitos desarrollen mutaciones raras que les permitan sobrevivir a los tratamientos antiparasitarios. Si se aplican desparasitantes con frecuencia, los gusanos resistentes emergentes sobrevivirán y transmitirán la mutación que les ayudó a pasar el fármaco a sus descendientes”, explican los investigadores.

Con tratamientos repetidos a lo largo del tiempo, la mayoría de los gusanos susceptibles a los medicamentos morirán, y entonces predominarán los gusanos resistentes.

Para agravar el problema, los investigadores apuntan que los veterinarios en ocasiones no hacen pruebas a los animales después del tratamiento para asegurarse de que los gusanos hayan desaparecido, por lo que los gusanos resistentes a los medicamentos pasan desapercibidos hasta que el perro tiene una infección grave y comienza a mostrar signos de anquilostomiasis.

Los investigadores encontraron que casi todas las muestras fecales dieron positivo a la mutación que permite que los anquilostomas sobrevivan al tratamiento con benzimidazoles, una clase de antiparasitarios de amplio espectro que se utiliza tanto en animales como en humanos.

Aunque todavía no existe una prueba molecular para probar la resistencia a los otros dos tipos de medicamentos, otros tipos de pruebas realizadas por el equipo mostraron que los anquilostomas también eran resistentes a esos medicamentos.

“Hay todo un movimiento de adopción de galgos muy comprometido porque son perros encantadores”, asegura Kaplan. Un posible caldo de cultivo para brotes de anquilostomas resistentes a los medicamentos es también el lugar que muchos dueños de perros usan para ejercitar a sus animales: los parques para perros, según indican los investigadores.

“Personalmente, no llevaría a mi perro a un parque para perros”, afirma Kaplan, que indica que “si un perro contrae estos anquilostomas resistentes, ya no es tan fácil como tratarlos con medicamentos. Hasta que haya nuevos tipos de medicamentos disponibles, llevar a su perro a un parque para perros debe considerarse una actividad arriesgada”.

Los perros no tienen que ingerir los gusanos para infectarse. Las larvas de anquilostomas viven en el suelo y también pueden atravesar la piel y las patas del perro. Además, en las perras se puede transmitir el parásito a los cachorros a través de la leche.

Asimismo, los investigadores señalan que los anquilostomas de los perros también pueden infectar a los humanos.

La infección no se manifiesta de la misma manera en las personas, pero después de que los gusanos penetran en la piel, causan un sarpullido rojo con mucha picazón a medida que viajan debajo de la piel. A medida que aumenta la cantidad de gusanos resistentes a los medicamentos, también representarán un riesgo para los humanos.

Anteriormente, los médicos trataban a los pacientes con un ungüento que contiene un desparasitante junto con un corticosteroide. “Desafortunadamente, eso no va a funcionar contra estos anquilostomas resistentes a los medicamentos”, señala Kaplan.

Kaplan y Pablo Jiménez Castro, autor principal del estudio y un reciente doctor del laboratorio de Kaplan, encontraron en otro estudio reciente que estos anquilostomas de perro resistentes a múltiples fármacos parecen ser susceptibles a la emodepsida, un desparasitante que actualmente solo está aprobado para su uso en gatos en EE. UU. Pero el uso de este medicamento para gatos en perros solo debe ser realizado por un veterinario, ya que requiere experiencia y supervisión veterinaria.

Basado en parte en el trabajo de Castro, la Asociación Estadounidense de Parasitólogos Veterinarios formó recientemente un grupo de trabajo nacional para abordar el problema de la resistencia a los medicamentos en los anquilostomas caninos.

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